sábado, 23 de enero de 2016

BBQ!

BBQ! comimos maíz, como en las pelis!



El lunes día 18 de enero iba a ser, según diferentes estudios, el día más triste del 2016. El Blue Monday. Dicen que es porque se juntan una serie de factores: han pasado las navidades, queda mucho tiempo hasta las vacaciones "de verano", deudas, clima, etc. Suele ser el tercer lunes de enero. Y es una soberana tontería inventada en el hemisferio Norte, por que aquí estás de vacaciones y en veranito. De todos modos, yo me levanté pensando que el día sería una mierda. Era lunes. Odio los lunes, de bien pequeñita. Tenía mil y una cosas que hacer, y mi nivel de  energía a -10. Y era 18. Ya hacía un mes. Que rabia y que tristeza. Pero al final resultó no ser tan malo ya que, por fin, tuve mi primera barbacoa australiana, gracias a Cailin y Male...y a un trozo de carne que se caducaba el martes. Ya nos avisaron por eso: "ésta no es una barbacoa típica, hay mucha verdura. Ya haremos una solo con carne, salchichas, cebolla y pan" (que se ve que es la auténtica). Pero mira, a mi me encantó. Y fue muy agradable cenar a la luz de las estrellas, y beber vino a la salud de los que queremos.



Pero como soy un poco agonías y no tengo control, me volví loca con la salsa chimichurri. Y al día siguiente, bueno, por decirlo finamente, se me abrieron las compuertas. Así que fui a una reunión que tenía en Woolloomooloo, un barrio de Sydney, y para casa...El resto de la semana laboral fue más o menos bien: un par de reuniones más (en Darlinghurst-de un proyecto muy chulo que se llama Urban Parnertship- y en en Ashfield-con mi querido John Downie, un escocés de pura cepa que me dio un abrazo de oso increíble cuando me vio); y más Atlas, aunque avanzo poco a poco. Además conseguí mandar una de las becas españolas para el 2017 (no sé ni de dónde saqué la energía). A ver si ahora me centro un poco más, que esto no puede ser. Ah! lo mejor por eso fue que el día de la reunión en Ashfield, Cailin nos llevó a un sitio "chino chino" a comer dumplings. No sólo estaban buenísimos, sino que nos costó muy barato. Y es que Ashfield seria como el auténtico "barrio chino", no el turístico, si no el de verdad. Intentaremos volver, a ver si hay tiempo.

Cartel de Woolloomooloo: Wool (lana de la oveja); Loo (lavabo en slang); Moo (lo que dice la vaca), y otra vez Loo.

Construyendo una cúpula!
Las tardes que Jordi no trabaja intentamos hacer cosas. Así, el miércoles, nos fuimos al Barangaroo a ver una de las instalaciones del Sydney Festival:" The Ephemeral City" (la ciudad efímera). Es uno de estos proyectos donde el arte y lo social se juntan. El artista, Oliver Grossetete, invita a todo aquel que quiera, a ayudarle a construir una ciudad con cajas de cartón. Tu llegas allí, hablas con los voluntarios, y ala: a recortar trozos o a montarlos...y poco a poco se va haciendo una ciudad. La verdad es que estaba bastante currado. Pero lo mejor era ese olor a cartón que me trasladó al taller cuando era pequeña...otra vez las emociones a flor de piel; estoy como el tiempo de Sydney: puedo pasar de estar  radiante y alegre, a infinitamente vacía y triste...o tormentosa. Vamos, en modo "fuck you". Cuestión de tiempo, ya sé.
 De ahí nos fuimos paseando por The Rocks, pasando por el puente, hasta la Opera. ¡Tan bonita Sydney! Yo me fui para casa, y Jordi al Bar Luca, que hacen unas hamburguesas increíbles, donde había quedado con colegas de su trabajo.

Desde el George Head. Hacedla grande y mirad que bonito! Que pena no haber conocido este camino antes....
Y el fin de semana pues apurando al máximo, a pesar de estar en la "fuck you" season, ya sabéis. Estuvimos paseando por los mercados de Paddington, "firándonos" (comprando compulsivamente, más bien) y haciendo excursiones nuevas. Sí, después de casi 3 años aún nos quedan cosas por ver, y las que nos dejaremos.  Pero al grano: esta excursión va por el Middle Head, y también atraviesa Parque Nacional. Nosotros la empezamos en Taronga, donde está el zoo. De ahí se coge un camino que pasa por el parque y que tiene unas vistas de la ciudad, con la Opera y el puente, espectaculares, sobretodo en el Bradleys Head y en el George Head. De hecho, desde el George Head  se tiene una vista panorámica de la bahía: a la izquieda el cabo norte y el sur, y la salida al oceáno. A la derecha, la ciudad. Es increíble. No nos extraña que fuese un punto estratégico militar toda esa zona. Y antes, un lugar donde los Borogegal, los aborígenes de esa zona, hacían sus reuniones para resolver problemas y sus ceremonias religiosas. Es mágico.Y aún es un punto estratégico, ya que hay una base naval, por la que se atraviesa, antes de llegar a la playa de Balmoral; donde tuvimos la suerte de que una kokaburra posara para nosotros. Y después de la sesión de fotos con la improvisada modelo, nos comimos un bocadillo sentados en nuestro banco, mirando como los sydneysaders pasaban el domingo.
Molan las kokaburras.












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