Alfajores que recargan pilas! |
Octubre se nos ha pasado volando. Ni nos hemos enterado. Parece que fue ayer cuando estabais por aquí, y ya hace más de un mes que nuestros últimos visitantes (mis padres) se fueron. Hemos tenido demasiado trabajo, y poca diversión. Apenas si hemos turisteado o hemos hecho cosas diferentes. Y los fines de semana, en su gran mayoría corrigiendo trabajos (agh! que semestre más duro hemos tenido) o intentando acabar ese tipo de cosas que nunca se acaban. Con la sensación de no avanzar. Y Jordi, pobre, trabajando en un horario horroroso (de 3 a 10 am). Pero bueno, hay que mirar el lado bueno a las cosas, y al menos tenía las tardes libres y hemos podido recuperar esa tan sana costumbre de cervecear juntitos cuando yo salía del trabajo. Así que cosas buenas han habido, aunque pocas. No, no me malinterpretéis, no es que hayan pasado cosas malas. Simplemente es que no ha pasado nada. Ni bueno, ni malo. Sólo trabajo. Por suerte, ahí está nuestro ángel de la guarda mendocino que parece que tiene un sexto sentido para detectar cuando estamos un poquito de bajón, y nos mandó una caja llena de energía positiva, en forma de alfajores. En su honor, nos los fuimos a comer al Observatorio. Para que el efecto positivo se multiplicara por 1000.